Se vive dentro y fuera...
También se vive subiendo peldaños de ilusión, nos llevan a imaginar que al final de nuestra propia existencia, hay una reconciliación con todo lo que hemos experimentado, otra perspectiva ante el fin de un exilio necesario. el éxito de haber conseguido llegar al último tramo sin haber roto la alianza.
Llegar al final, es conseguir la plenitud de ser. Estar liberados del compromiso con el mundo, ante el yo que trasciende. Y sigues estando allá y aquí por lazos o vínculos espirituales.
*alattkeva
Seguro que sí, Elisa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por un lado va la fe si razonamos una creencia no sujeta a la religión y su doctrina. Sólo se piensa que como un hecho individual, nosotros escogemos las reglas para extraer lo mejor de lo que se nos 'revela' y es bueno oara nuestra vuda y la de los semejantes. Como decía Sta Teresa de Ávila: "Dios no se muda..."
EliminarGracias mi buen amigo por tu opinión y sobre todo, por animarme a seguir escribiendo.