El Salmo de lo perfecto
es amar con devoción,
estar al margen del mundo
pero dando el corazón.
Por eso en cada oración
me sabes bien recogida
no cambiando a Dios por César;
si soy su espiga querida.
No ves como se desliza
el verso por entre nubes,
con la música precisa
sintiéndome entre querubes.
¡Ah, del Señor que sabemos
y de lo humano que entierra,
extrayendo para el cielo
lo que guarda en su materia.
Es por eso que la Vida
tiene de Dios toda esencia,
y basta pisar en su suelo
para saber su presencia.
Ya sabes cuando me veas
donde posó su mirada
y cuando Él ya nos mira,
conocemos su morada.
Ranita
Aquí reúno mis pensamientos con alas. Una visión de mi yo y como veo la vida alrededor de mi ser, llenándola de mi creatividad, recuerdos e inquietudes. Es un espacio físico para mi espiritualidad. Un lugar de 'remojo' para una inquieta "ranita azul" (mi mote), entre la maraña del bosque de mis ideas y la charca mental, donde permanece lo que refleja la luna en las charca. ¡Gracias familiares, amigos, conocidos y no conocidos por su visita!
Amigos, familia y conocidos
lunes, 4 de noviembre de 2013
Cadencia interior (2)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bonitos versos con una oración en los mismos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha encantado este poema. Felicidades a Ranita. Es precioso.
ResponderEliminar