Jugando con el futuro simple o futuro, en este soneto.
Deja que tome asiento y me prepare
y me sientas, si aún estás despierto;
pues prefiero ser yo, no tú, el muerto;
porque está bien servir a quien amare.
Y, como algo especial, así pensare
por la gloria de Dios y nuestro huerto,
si al sembrar prefirió un buen injerto
para darlo a su tiempo, si brotare.
Porque así se preparan muchas cosas
y la tierra consigue su escogida,
floreciendo la vida entre las rosas.
¡Qué me dices a mí, la más querida,
la de greda firme y por valiosa,
fui vehemente razón, la más florida.
No es una despedida.
Cuando estás en el mundo se confía
en morir por amor y cada día.
A, Elisa Lattke V.
Bonito ejercicio el desplegado en estos versos.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Tiempo ha..., pero se está vivo aún.
ResponderEliminarY se agradece tu paso, amigo poeta. Era mi cumpleaños y diez años largos atrás 🙄